Tímidamente la noche
Cae suave por tus hombros
Erizándote silenciosa
Descubriéndote agitada
Desnudándote temerosa
El ambiente viciado
Huele muy excitante
Tu néctar de mujer fogosa
Calienta mi boca fulgurante
Con su ardiente mariposa
El champagne desinhibe
Y las velas predisponen
Tus ojos cubiertos de seda
Agudizan tus demás sentidos
Mientras mi demonio te depreda
Te arranco de a jirones
Los tabúes que te cubren
Y las dudas que te quedan
Me interno en tus entrañas
Sin que la cordura interceda
Me gustas perversa
Encendida siempre dispuesta
Provocándome lujuriosa
Con tu mirada hambrienta
Me gustas sin prejuicios
A mis deseos siempre atenta
Cediendo a los instintos
Siempre voraz, sedienta
Te siento mia
En cada orgasmo
Cuando jadeas
Te siento diosa
Y me vuelvo adicto
Al infierno...
entre tus piernas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario