La habré visto en otra vida
O quizá en algún sueño perdido
Tal vez en una poesía sin sentido
De aquellas que sirven de salida
Al acariciar su autoestima
La pude denotar sonrojada
Y me quedé a mitad de camino
Entre sus labios y un leve suspiro
Porque tenía esencia de enamorada
Entonces comprendí la ironía
Al admirar el brillo de sus ojos
Su inmaculada sonrisa no era mía
Tampoco sus tentadores labios rojos
Entendí que era una fantasía
Al proponerle una noche solos
Más que una insensata osadía
Una aventura más de este loco
Para el amor también un artista
Le susurré al oído apostando todo
El único encanto no es ser detallista
Pues lo salvaje en contexto no es tosco
La determinación la encendía
No temía las fauces de un lobo
Así sacié mi pasión incomprendida
Y por un momento no me sentí tan solo