Yo la veo feliz
Pero hay algo más allá de su sonrisa
Un bagaje de mil historias superadas
Mantiene aún sus ilusiones de niña
Y es por ello que sonríe angelada
Tiene alegría sin fin
En su corazón predomina la calma
Su pulso desvaría cuando se excita
Ya no agobia el sentimiento de falta
Porque ahora en su plenitud
Los prejuicios ya no le afectan
Se siente orgullosa de sí misma
No tiene tiempo para lo que resta
Ahora vive desde otra perspectiva
Ama tal vez a la antigua
Demasiado universo en sus ojos
Aunque aparenta sencilla
La poesía es exigua
Ante sus mejilla de tintes rojos
Ella es la octava maravilla
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