Tus ojos estaban vacíos
Denotaban ausencia de cariño
Pude probar de tus labios el frío
Esos que alguna vez los sentí míos
O es al menos lo que me he creído
Tus palabras eran de hastío
Lejanas de aquel amor infinito
De todo lo dulce quedó lo insípido
Resaltó más tu desinterés intrínseco
Aquel jardín del amor quedó marchito
Perdimos ambos por tu juego
Perdimos la fantasía y el fuego
Dónde solía nacer nuestro infierno
Quedó el olvido en un campo de hielo
Dos desconocidos nos hemos vuelto
Dos números sin agendar en el teléfono
Las promesas se esfumaron entre versos
Murió todo dejándonos en la vida un hueco
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