De la complicidad de nuestras miradas
Tu sensual sonrisa que me invita a jugar
Sin saberte aún ser mi víctima indicada
Humedeces tus labios incitando a pecar
Si me acerco suspiras
Es el susurro de tu deseo más profundo
Tu corazón se acelera cuando te nombro
Cierras los ojos entregándote a mi mundo
Te erizas al caer la blusa por tus hombros
Esto es lo que querías
Lo que tu boca nunca me podía confesar
Pero tus ojos delataban tus intenciones
Ahora todo lo prohibido lo puedes besar
Y dejar al lado de la ropa tus inhibiciones
El silencio te declara mía
Mientras mis labios recorren tu espalda
De a poco te incorporas entre gemidos
La noche pone contexto con guirnaldas
Y ya somos esclavos de los sentidos
La humedad ya no sólo está en tu boca
Puedo sentirlo con la yema de mis dedos
También noto que eso te vuelve muy loca
Voy más profundo y comienzo de nuevo
Me excita sentir el temblor en tus piernas
Como te descontrolas con cada espasmo
Quiero que esta fogosa pasión sea eterna
Perdiendo la cordura en cada orgasmo
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